Ya en las primeras visitas con ella, empecé a ver la luz. La manera que tiene Raquel de hacerte pensar te da una seguridad tal que yo misma empecé a ver las posibles soluciones a todos mis problemas.

Esto no sólo me ayudó a volver a la calma en el terreno personal sino que me dio una seguridad en mí misma que hacía mucho tiempo que no había tenido (quizás nunca).

Hoy, después de casi un año de no haber recibido terapia, sigo estando bien. He aprendido a mirar hacia adelante, a tener más seguridad en mí misma y a resolver mis problemas sin ayuda de nadie.

Para mí el haber realizado una psicoterapia con ella fue mi salvación y no descarto el volver en alguna ocasión en que de nuevo me sienta perdida.

Cuando llegué a la consulta ahí estaba yo, una chica de 18 años, demasiado pérdida , con 300 frentes abiertos, y 5 caminos señalándome indicando diferentes destinos. ¿Cuál coger?  ¿Cuál es mejor? ¿Qué hago? ¡¿Qué tengo que hacer?! Ahí estaba yo, comiéndome la cabeza, día tras día, noche tras noche, llanto tras llanto. Intentar crecer deprisa es demasiado malo, perder la esencia de quien eres, perderte a ti, es aún peor. Y tú me has ayudado a volver a encontrarme. Me has devuelto las ganas de querer buscarme y volver a ser yo misma, y a querer no dejar de serlo.

Lo veía todo demasiado negro, y ahora ese negro lo utilizo para vestirme y seguir caminando cada día. Sé que aún me queda mucho que aprender y que pasar, pero aprecias de verdad que alguien te de la mano cuando te has caído.

Has sido esa persona que necesitaba que me escuchase de verdad, has sido esa voz interior que me decía lucha, aunque yo ya me daba por vencida.

No tengo palabras para agradecer que me ayudases, que me escuchases y me aconsejases.

Ahora me siento más fuerte, más valiente y sé que tengo muchos menos límites de los que yo pensaba. Me has ayudado ha seguir luchando y a no rendirme nunca. He aprendido que a veces perder es mucho mejor que ganar, y que de cada cosa se aprende.

Estoy mejor, me siento mejor y soy mejor ahora. Queda mucho camino por delante, pero ya no tengo 5, solo tengo uno, con miles de espejos, dónde me veo y me intento superar para poder llegar dónde quiero llegar.

Gracias por ser la linterna para enfocarme las señales. Gracias por ser el mapa que me ha guiado. Mil gracias Raquel.

Conozco bien todos esos sentimientos, y estoy dispuesta a permitirme volver a sentirlos sin que me ganen.

Estoy dispuesta a volver a intentar sentirme bien, buscar lo que yo llamo «felicidad», pero que todavía no sé muy bien qué es.

También sé que cualquier día tendré un «problema» que me hará recordar todo aquello por lo que he querido huir, pero tengo la sensación de que no estoy dispuesta a que esos recuerdos me engullan. Saldré de todos y cada uno de los problemas que van a venir y los llevaré marcados en el cuerpo para lucirlos como medallas.

Sé que todo este proceso no ha acabado, pero no estoy dispuesta a volver a empezar de cero.

Me merezco empezar a sentir que el buen humor, las sensaciones de felicidad, junto con la madurez y las experiencias vuelvan a marcar el ritmo de mi vida. 

Durante este año he aprendido a crecer y a dejar poder hacerlo. Es por ello que he aprendido mucho más de lo que ya sabía. Me he sentido inmersa en emociones durante mucho tiempo que creía conocer. Pero el tiempo me ha permitido ver que aquello en lo que creía sólo era lo que yo estaba dispuesta a ver. Me siento orgullosa de lo mucho que he crecido y madurado.

Raquel me ha acompañado a enfrentarme a mis miedos y gracias a ello hoy en día trabajo en una profesión que me llena y alimenta. He podido conocer a compañeros que son mucho más de eso. Además de demostrarme de lo mucho que soy capaz y de mi lado más humano.

Nunca antes entendí sobre amistad, familia, trabajo, amor o salud hasta que estando acompañada me sentí sola pero no vacía

En este tiempo me he superado, me he querido y me he dejado querer, he aprendido y he crecido. Sólo me queda darte las gracias otra vez por tanto, me siento privilegiada de haberte tenido como terapeuta.

He conseguir enfrontar-me amb la realitat d’una separació i susperar-ho. A més, he millorat la meva autoestima. Amb això m’he fet fort i he après molt bones lliçons de vida.

A partir d’ara, seguiré treballant el fet de sentir-me més segura, ja que n’estic segura que això m’ajudarà en tot lo demés. I també, a disfrutar més del present, relativitzant certs aspectes. Ha estat un plaer haver-te conegut i haver compartit aquest camí. Moltes gràcies per tot!

Otra de ellas es la manera de reaccionar ante las cosas, quiero decir, las diferentes maneras de responder antes las situaciones.

Hemos hablado sobre la familia, sobre mis padres, sobre las discusiones que tienen (aunque ahora ya menos), sobre el alcohol, …

Ahora ya sé, también, como darme cuenta de las señales corporales cuando hay algo que me preocupa. Si tuviera que resumir todo lo que me llevo de la terapia, sería: confianza en mi misma.

Quan vaig arribar, ara fa 1 any, em veia com algú que no era capaç de ser, ni dir, ni fer. No controlava les emocions i no les sabia gestionar.

La Raquel va aparèixer per guiar-me a través de tot el que sentia. I, a poc a poc, m’ha anat ajudant a trobar-me i a entendre moltes de les coses que em passaven pel cap.

Ha estat un viatge llarg, dur i difícil però amb la seva experiència, ajuda, comprensió, pautes i la seva manera de ser tant propera he trobat el camí. Un camí en el qual sóc capaç de ser, de dir i de fer.

Moltes gràcies per estar amb mi tot aquest temps, m’has ajudar a salvar-me de mi mateixa.